Melodias epicas y la vida por delante.
Nunca fuí un experto y la mayoria no me los terminé, pero cada vez que echo la vista atrás hacia una de aquellas pantallas no puedo evitar echar de menos la sensación de que todo era posible en aquel tiempo, y de no haber sido capaz... no haber sido capaz.
Viejas pantallas, viejos sueños que como los ordenadores en los que corrian, hoy pueden considerarse obsoletos.
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